Un libro: La pasión según G.H., de Clarice Lispector
Fue lo primero que leí de Lispector, creo que lo primero que su publicó en español, y el mundo no volvió a ser igual. Cada libro de Lispector es un choque, una sacudida de cuerpo y espíritu. Lispector es Lispector. No hay otra forma de escritura tan pura y directa, algo que nos afecte con esta intensidad. No sé cuál es el secreto de Clarice, probablemente que escribiera para ella, como si el mundo no existiera; probablemente porque nos arrastra a ese mundo y nos sabemos cómo agarrarnos a los bordes de la nada para evitar que nos arrastre. La pasión según G.H. se escribió en 1964 y se consideró la obra maestra que hoy sigue siendo, la obra de una mujer que Brasil descubrió estupefacto cuando les abrió su mundo con su primera novela, Cerca del corazón salvaje, que aquí sería traducida con posterioridad.
El comienzo de la obra nos atrapa:
Y nos lleva por un mundo que no es más que lucha por comprender, por dar sentido. Nada más existencial que Lispector, nada más visceral.
Su economía narrativa es pura reducción de elementos a través de los que experimentar... la soledad, único estado en el que la razón se desmorona, rendida, para llegar más allá a un secreto que no le es comprensible, pero sí experimentable.
Después de leer La pasión según GH, necesitas respirar, pensar... volver a recorrer los recovecos del alma profunda para saber dónde has estado.
Veo que se han hecho muchas ediciones desde que saliera a la luz en 1988 en Península. Su portada sigue siendo la más bella, la que más dice con menos. Comencé a compartirla con alumnos de entonces y amigos, a escribir sobre ella, y sigue siendo una pasión que arrastra... y se comparte.
- Clarice Lispector (2020) La pasión según GH. Ed Siruela, madrid. 156 pp. Trad. de Alberto Villalba Rodríguez
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Una canción: American Pie (Don McLean)
Los que vean hoy en su estreno la película Viuda Negra verán el papel que esta canción tiene en la trama y cómo sirve para retratar una época y un momento de la vida de los personajes. En el proyecto Canciones del Siglo, American Pie quedó la quinta, lo que quiere decire que en el corazón de muchos es la primera. Yo puedo decir que aquel disco, cuando salió, te marcaba para toda la vida con su lirismo y su energía. Pasan los años y comprendes mejor lo que te quiere decir, aunque no sepas de qué te están hablando durante nueve minutos, toda una eternidad gozosa. Para los amantes de destripar secretos, la BBC publicó en 2015 un artículo que puedes leer aquí , donde se revelaban los secretos y alusiones de la letra, una historia del rock'n'roll y sus cambios vista desde la perspectiva de McLean. Cuando le preguntaron a McLean de qué trataba la canción siempre prefirio, como buen poeta, dejar en la mente del que la escuchara la libertad interpretativa de los versos y las emociones profundas de su metáforas. "Something touched me deep inside / The day the music died / So, bye-bye, Miss American Pie..." Una pieza imprescindible en un mundo en el que los jóvenes unían las palabras a la música para escarbar en su sentimientos. Sí, una canción del siglo, sin duda, con el número en que cada uno la tenga en su corazón. En el mío está muy arriba. Sigue emocionando, lo hace hasta el pitido absurdo con el que la censura española marcó el disco aquí borrando uno de sus versos. La portada es un icono del diseño de la época, una imagen imborrable.
[Chorus]
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Una película: Cleo de 5 a 7 (Agnés Varda 1962)
Se acaba de editar una nueva copia remasterizada que nos permite disfrutar de la frescura de esta película sin igual, Cléo de 5 a 7, firmada por Agnés Varda y repleta de vida. ¡Hay tantas películas que confunden el movimiento con la vida! Esta en cambio es de un trepidante ritmo vital, ajustándose al segundo a lo que el título promete, meternos en la vida de Cléo entre las 5 y las 7, no hay más... ¡ni menos! Frente a historias complicadas, tramas imposibles y hechos improbables, a Cléo solo le pasa la vida y esas dos horas cronometradas le dan para que nosotros comprendamos al personaje en su dimensión profunda, en su moverse por el mundo, de calle en calle, de café en café.
Cléo vive y la cámara la sigue mostrando eso que da nombre a este arte, el movimiento, tan delicado en manos de unos y tan zafio en manos de otros. No es que, como señala el tópico, no haya pasado el tiempo por ella. Al contrario, es la película más moderna que podemos ver hoy.
A este retrato en movimiento, interior y exterior, contribuye la presencia constante de un plano a otro de una maravillosa Corinne Marchand que se nos muestra como esa Clóe viajera por su mundo, que recorre sus propias emociones allí por donde va y según con quien se encuentre.
Película magistral, una delicia visual e interpretativa. Una película que nos llega desde un futuro mal etiquetado.
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